Nuestro modo de vestirnos se ha convertido en una forma no verbal de comunicarnos con el mundo. El color de un abrigo, la textura de una chaqueta, el estampado de una cazadora o el diseño de determinados complementos puede llegar a dar información sobre nosotros mismos, sobre nuestros gustos, nuestros deseos o incluso sobre nuestro estado de ánimo, sin necesidad de decir una sola palabra.
Para Doppia Faccia esta es la magia que sostiene el proyecto. Buscamos que cada persona se sienta identificada de alguna manera con su prenda, que encuentre un color, una textura y un diseño capaz de representarle, como una especie de código de distinción del resto de personas.
Por ello, pretendemos que al adquirir cada una de nuestras prendas, éstas no solo pasen a formar parte de nuestro armario, sino también de nosotros mismos.